En una entrada anterior os relaté los preparativos de este viaje, los datos prácticos (ropa que llevar, transportes, etc.) y la reseña de los hoteles.
A continuación os relato el viaje día a día:
DÍA
1 (4/12/2016). Llegada a Moscú
Mi
vuelo a Moscú sale a las 11h de la mañana desde el aeropuerto de
Girona en vuelo directo. Para este vuelo no estaba permitido hacer el
check-in online así que me toca estar en el aeropuerto a las 8 para
facturar aunque solo lleve equipaje de mano. Había leído en la
página web de Aena que era necesario llegar 3 horas antes de la
salida para vuelos fuera de la zona Schengen y 2 horas para los países
dentro del área. Como Rusia no forma parte de Schengen me tocó
llegar pronto y una larga espera aunque la facturación no empezó
hasta las 9 de la mañana. En la cola de facturación empecé a ver
un poco el carácter ruso, no respetan el turno y se cuelan con todo
el morro. A ver qué me encuentro por Moscú...
El
vuelo sale puntual a las 11h y tras 4 horas llego a mi destino, el
aeropuerto Vnukovo. Una vez allí busco una oficina de cambio para
cambiar euros a rublos. Con la moneda local en el bolsillo me dirijo
a coger el tren aeroxpress para ir al centro. El billete de
ida y vuelta cuesta 940 rublos y la vuelta es valida 30 días así
que cojo ida y vuelta en las taquillas en las que se puede escoger el
idioma en español, ¡bien! También se puede comprar en la web yo
no me acordé de que había esta posibilidad y lo compré allí. En
35 minutos sin paradas llego a la estación de tren Kievsky. Aquí
hay que coger el metro Kiyevskaya al que se accede desde las estación
de tren sin la necesidad de salir a la calle. ¡Wow la estación es
preciosa! Qué ganas tengo de hacer un día una excursión
recorriendo las estaciones mas bonitas de Moscú. Para llegar al
hotel debo bajar en Kitay-gorod, cerca de la Plaza Roja. Recomiendo
que llevéis un mapa con las estaciones en cirílico porque en
Moscú sólo encontraréis los nombres en cirílico y por lo tanto si
las lleváis sólo en ingles no os servirán para orientados. Hago un
trasbordo, cambio de línea y llego a mi parada sin ninguna
dificultad. Piso la calle y ya es de noche, el sol sale a las 8.30h y
se pone sobre las 16h. El frío no me da ninguna bofetada al salir a
la calle, pensaba que se notaría mucho más, creo que voy demasiado
abrigada! Ahora toca situarme y encontrar el hotel, así que activo
la app con el navegador con mapas offline Sygic que me baje ayer y
como no doy con la dirección exacta le pongo las coordenadas que de
casualidad llevaba impresas y cuando me deja en la puerta me doy
cuenta que ya había pasado por delante pero el cartel es tan
diminuto que no lo había visto, además el hostel ocupa toda una
planta de un edificio pero no es a pie de calle sino un segundo piso
con lo cual la entrada es de un piso normal, por eso no lo he visto a
la primera. Pero ya está solucionado, estoy dentro y además me
parece genial. Hoy ya no saldré, toca planificar el día de mañana
y descansar.
DÍA 2 (5/12/2016). Plaza Roja, Catedral de San Basilio, GUM, Bokshoi
Las ansias de conocer la ciudad
hacen levantarme tan pronto que todavía es de noche, pero entre
desayunar y arreglarme pasará el tiempo justo para que empiece el
día. Salgo a la calle sobre las 8.30h y está nevando un poco.
Durante el día seguirá nevando sin parar y con más intensidad y
viento. He mirado el mapa y como la Plaza Roja no está muy lejos
decido ir callejeando un poco pensando que lo encontraré rápido
pero me lío un poco y hago uso de Sygic como ayer. Llego y ¡Qué
chulo! Empiezo haciendo fotos a la catedral de San Basilio, el
Kremlin por fuera, el mercadillo navideño y la pista de hielo
hasta que la nieve aprieta con más fuerza y las manos me quedan
heladas de sacarlas del guante para sacar fotos. Además se me está
mojando el móvil, y la cámara! Aquí nadie usa paraguas y la gente
camina por la calle tranquilamente con la nieve, de hecho no
molestaría si no fuera porque hace un poco de viento y en este caso
la nieve te viene a la cara y a los ojos. A parte de las manos en el
cuerpo no tengo frío, no me he abrigado tanto como pensaba, llevo:
camiseta térmica, jersey de lana normalito, un polar y la chaqueta
plumón que no es muy gorda. Debajo del tejano una media térmica y un
buen calcetín y podría pasar con menos, pero las manos al estar
directamente expuestas a la nieve al principio no se nota pero al
cabo de un rato quedan tiesas, pero las rusas van con medias finas de
esas transparentes y tacones.
Yo decido ir a los almacenes de lujo
GUM para verlos y recuperarlas un poco la sensibilidad en las
manos. Son chulos aprovecho para tomarme un café con leche por 85
rublos.
Salgo
de nuevo con la intención de visitar el Kremlin pero como nieva
bastante no apetece nada visitar exteriores ni sacar móvil o cámara
por el frío en las manos y porque se mojan. Ya iré después o
mañana. Ahora me dirijo al Teatro Bokshoi, primero
paso por museo de historia y como hace frío veo un centro comercial
enfrente y entro un rato. Paso por el teatro Bokshoi y como sigue
nevando me paso por un súper y me voy al hotel a comer.
Después de
comer sigue nevando y decido pasar la tarde haciendo la ruta por las
estaciones de metro más bonitas. Cojo
la línea circular y visito las estaciones: kurskaya, komsomolskaya,
prospect mira, belorusskaya, krasnopresnenskaya, kiyevskaya, park
kultury. Aquí cojo la línea roja y hago parada para visitar las
estaciones: kropotkinskaya, trpeatralnayam ploschchad revolyutsii donde bajo otra vez a plaza roja para verlo de noche.
En la plaza roja nieva bastante y se me moja todo pero no me resisto y hago
fotos con este ambiente idílico. El centro GUM está iluminado y el
mercadillo navideño está precioso. Me voy caminando al hotel. Si no
hay necesidad de quitarse los guantes, la nieve y el frío no son
problema, es más, ahora hace menos frío que esta mañana. Paseando
por calles muy nevadas llego al hotel y ya sólo queda tiempo para
una ducha y planificar el día de mañana. Me gustaría visitar:
jardines Alexander, Kremlin, Cristo Salvador, parke Gorki, calle Arbat y Ministerio de asuntos exteriores, aunque si no pudiera
visitar nada más con lo de hoy me doy por satisfecha, Moscú me ha
parecido increíble, me ha encantado.
DÍA 3 (6/12/2016). Jardines Alexander, Kremlin, Catedral Cristo Salvador, Gorki, Arbat, Ministerio de Exteriores
Me
levanto que ya es de día y veo que no nieva, ¡bien! La nieve es
bonita y deja estampas muy románticas pero es un incordio para
visitar exteriores. Me encantó vivirla y disfrutarla ayer, hubiese
sudo una lástima viajar a Rusia en diciembre y no ver nieve, la
esperaba con ilusión pero ya tuve es suficiente... jejeje que quiero
visitar el Kremlin pudiendo sacar el móvil y/o la cámara sin miedo
a que se me moje. Hoy podré hacerlo a ratos, el tiempo cambia rápido
y nevará y parará a ratos durante todo el día con frío un poco
más intenso que ayer aunque sigue siendo mucho más soportable de lo
que esperaba.
Voy
de nuevo a Plaza Roja, hago más fotos, inevitable. Me dirijo a los
jardines Alexander y veo como van quitando nieve y dejan los
caminos limpios. Saco el ticket para el Kremlin, paso un
control de seguridad y entro cuando empieza a nevar de nuevo. Ahora
noto más frío, a pesar de esto visito todas las iglesias y
catedrales del recinto, que es enorme!
Me
entretendría más pero no puedo y salgo. Me refugio en el metro
unos minutos y salgo de nuevo. Voy a la Catedral de Cristo
Salvador porque la diviso al fondo aunque esta más lejos de lo
que parece. Antes de llegar me paro en el puente para observar el
río Moldova y el Kremlin a lo lejos.
Voy a buscar una parada de
metro pero está un poco lejos y como hace frío veo a través de
unos cristales lo que intuyo que es una cafetería pero me debo
equivocar de puerta porque entro pensando encontrarme un bar y
resulta ser un restaurante de lujo en el que todavía no hay nadie
pero como nada más entrar viene una chica a atenderme y solo he
visto la entrada, a lo mejor el bar está más a dentro, no sé. Le
pregunto si sirven café, me dice que sí aunque veo que todas las
mesas están paradas para comer, pero me lo sirven igual, a lo mejor
seré la única que ha entrado allí a tomarse un café jajaja.
pensaba que me saldría incluso más caro, me ha costado 160 rublos,
caro en Moscú pero era de esos sitios que te piden el abrigo al
entrar. Salgo reconfortada y voy al parque Gorki porque cerca
hay para de metro. Tiene que ser muy distinto fuera de invierno,
ahora todo cubierto de nieve.
Salgo del parque y tomando una calle
que me llevará a la calle principal donde hay el metro piso mal en
la acera que está helada y en pendiente y... ¡al suelo que me voy!
Justo en este momento me estaba cruzando con una mujer con un niño
y ha pasado de largo sin decirme si estaba bien, nada. He caído de
lado y estoy bien pero me duele la muñeca, dolor que no incrementa
pero no cesa en todo el día. Es que la nieve cuando se derrite y
queda helada... He visto mas de un patinazo, aunque no he visto nadie
caerse.
En
fin, paso por una tienda en la que solo venden galletitas y dulces y
paro a comprar. No tengo ni idea de que es cada cosa y la vendedora
solo habla ruso, así que escojo 5 cajitas distintas para mi y
familiares y en casa tendremos sorpresa! jajaja
Camino
un ratito más y llego al metro. Me dirijo a la parada más próxima
a la calle Arbat, mi siguiente parada ya que son las 14.30h
más o menos y tenía ganas de ver esta calle comercial y aprovechar
para comer en la cadena My-my que había leído que estaba
bien y bien de precio. Pensaba que habría mas comida típica,
pruebo una sopa, un pavo guisado y un postre, más pan por 411
rublos, todo muy bueno.
Con
el estómago lleno y sin frío salgo a recorrer esta calle de tiendas
ahora que ha parado de nevar. Incluso ha quedado un poco despejado.
Me paro en una tienda de souvenirs que está justo al lado de My-my
aunque he leído que para comprar las muñecas matrioskas es
mejor ir al mercado Izmailovo pero no se qué haré mañana todavía
así que por si a caso compro souvenirs aquí ya que en esta tienda
tienen muchos tipos de muñecas con distintas calidades y precios. En
otras tiendas después las veo más baratas, pero expuestas en cestos
en la calle imagino que la calidad no es la misma. Hay muchas tiendas
de souvenirs así que podéis comparar aquí las había desde unos
600 rublos hasta mas de 50.000. En esta calle también encontrareis
Mc. Donalds, Starbucks, etc, aunque cuesta detectarlos porque el
nombre está escrito en cirílico!
Al
salir de la tienda veo que han acordonado la calle y enseguida me doy
cuenta que establecen un perímetro de seguridad de algunos edificios
porque hay gente que se dedica a limpiar los tejados de nieve
echándola a bajo, así que si no queréis que os caigan paladas de
nieve sobre la cabeza mejor procurad vigilar y no pasar detrás de la
cinta, ¡curioso!
Llego
hasta el final de. calle donde me espera el edificio de
Ministerios Exteriores. Al fondo veo también la silueta de las
siete hermanas, los edificios que conforman el distrito
financiero pero ya está anocheciendo y parecen lejos así que decido
no ir hoy, veremos si voy mañana.
Como
pasa el tiempo entre orientarse, caminar con nieve, hacer fotos
sacando primero guante, luego cámara y móvil, luego guardarlo
enseguida, etc. Se hace de noche así que llevo horas caminando y
decido ir a buscar una parada de metro e ir al hotel ya que llevo
también las bolsas con las matrioskas, la otra con las galletas y me
duele un poquillo la mano y hace fresco.
DÍA 4 (7/12/2016). Cementerio Novodevichy y Parque Kolomenskoye,
Abro los ojos y veo que entra luz por la ventana, miro y... ¡hace sol! ¡bien! Aunque con el día despejado se nota mucho más el frío, no se a qué temperatura estamos porque por la calle no he visto ni un solo termómetro en todo el día pero hoy estamos unos cuantos grados bajo cero, según google -11. Es el día que más frío noto, básicamente en la cara (nariz y ojos que son los pocos cachos de cara que quedan al descubierto) y las manos, los guantes no son lo suficiente gordos y además para usar cámara y móvil continuamente hay que estar sacándolos, así que muchas veces se quitan las ganas de hacer fotos. Con lo que a mi me gustan, que siempre hago un montón. En este viaje saldré en pocas fotos porque ponerse a probar con los selfies, con el palo o con el mini trípode para la cámara es un engorro. El frío de hoy no es sólo una sensación mía porque en varias ocasiones se me ha quedado el móvil inutilizado por retirarse bruscamente la tarjeta, al darle calor unos segundos con las manos o aliento se ha recuperado enseguida. De hecho la cámara también se queja, la batería se descarga con el frío y se recupera cuando entra en calor, así que debe hacer frío del bueno aunque en el cuerpo y los pies no lo sufro, debo ir bien preparada porque estoy bien.
Primera parada del día: cementerio Novodevichy. Justo en la puerta de la entrada a mano derecha podremos tener unas estupendas vistas del distrito financiero con las famosas siete hermanas. Paso por taquilla, pago 300 rublos y entro al recinto amurallado de este cementerio y monasterio en el que me encuentro paseando prácticamente sola, normal, un miércoles de diciembre ¿a quien vas a encontrar? Me da tranquilidad pasear por este lugar sagrado con la estampa nevada y totalmente sola, es uno de esos momentos que he tenido la suerte de disfrutar en algún momento en todos mis últimos viajes, sensaciones especiales que te regalen los viajes y que hace que nos enganchemos a esto.
Cuando termino la visita, sin prisa, pongo rumbo a la otra punta de la ciudad: parque Kolomenskoye. Hay que caminar unos 15-20 minutos para llegar a este monstruo de parque y no lo digo porque sea feo sino porque es enorme enorme. Tiene de todo: iglesias, zonas para patinar, toboganes, sitios de comida, zonas para practicar skimo, lugares para tirarse en toboganes, etc. Y por supuesto yo lo encuentro todo nevado. Me encanta y me gustaría ver lo distinto que luce en verano sin nieve, ojalá pueda volver algún día para comprobarlo, descubriría un Moscú completamente distinto. Aquí noto bastante el frío, aunque no me quite los guantes tengo que meter las manos dentro de los bolsillos de la chaqueta e ir moviéndolas porque me quedan heladas igualmente. Me gustaría recorrerlo de cabo a rabo pero como la temperatura no es nada confortable y son las 13h decido irme a comer, hay un My-my por la zona así que repito!
Me había planteado ir al mercado Izmailovo que me apetecía un montón pero no tardará mucho en oscurecer y el cielo se ha vuelto a tapar, en breve puede que vuelva a nevar así que decido callejear un poco por esta calle de tiendas internacionales que me parece muy agradable y así voy a ir hacia el hotel caminando en lugar de ir en metro, si aguanto bien el frío. El gps me marca unos 2km, voy a probar. Enseguida encuentro otra calle con tiendas de lujo, sería el símil a la calle Serrano o Paseo de Gracia. Están preparando la decoración navideña y esta precioso, entro a un centro comercial de lujo en el que todo parece de cuento. No he ido al mercado pero me ha gustado encontrarme y pasear por estas calles tan señoriales. De hecho casi prefiero no haber visto el mercado porque como se que es un buen lugar para comprar matrioskas no quiero ver los precios que se mueven por allí por no compararlo con lo que yo pagué por las mías en la calle Arbat, aunque no me duele porque para mi son muy bonitas.
Se está haciendo tarde así que voy al hotel a recoger la maleta y voy a cambiar de hotel porque mañana mi vuelo sale a las 8h de la mañana y por lo tanto reservé un hotel cerca del aeropuerto para la última noche porque voy a tener que estar temprano en el aeropuerto y tengo que estar 3h antes porque Rusia no está dentro de territorio Schengen y además me hacen facturar la maleta, así que a las 5h debería estar por allí.
Para ir al nuevo hostel tengo que ir en metro hasta la estación Kyersky, allí cambiar a la estación de tren y coger el tren aeroexpress que en 35 minutos me dejará en el aeropuerto. Como cuando llegué compré billete de ida y vuelta válido por 30 días ahora no tengo que pasar por taquilla y me viene fenomenal porque cuando llego a la vía 3 el tren ya está en el andén a punto para salir, incluso corro un poco para evitar perderlo y tener que esperar al siguiente dentro de 30 o 60 minutos.
Una vez en el aeropuerto pongo las indicaciones de Sygic para llegar al hostel. Me marca 10 minutos, espero encontrarlo rápido porque es noche cerrada y estoy caminando prácticamente sola por calles de las afueras de un aeropuerto que más que calles parecen carreteras solitarias. Cuando me marca que he llegado solo veo una caseta pero no pone el nombre del hotel, ¿es aquí? dudo, sigo un poco adelante pero no hay nada en la calle, además le puse las coordenadas exactas para asegurarme, así que entro a preguntar y resulta que si. Es un sitio muy sencillo, un poco cutre y además no hablan nada de inglés pero para una ducha y descansar unas horas teniendo la tranquilidad de que estoy a menos de 10 minutos del aeropuerto servirá. Aquí también tengo que dejar los zapatos en la entrada como pasaba en el hostel anterior y como estuve haciendo en Japón,ya no me acordaba. del incordio que supone ir poniendo/quitando zapatos pero aquí con la cantidad nieve que se acumula el los zapatos es realmente comprensible, el suelo se pondría perdido a cada momento. De hecho por 13 euros la noche tampoco le puedes pedir mucho, aunque en el que me he alojado estos días por poco más era otra historia, no tenia nada que ver, el anterior hostel me ha encantado. Era amplio, todo nuevo, con comodidades y servicios, le pondré muy buena nota en Tripadvisor. En el hostel de hoy la habitación está justo delante de la cocina con la mesa que está abierta a la recepción así que se escucha la gente charlar mientras cena, de hecho da la impresión que esto es la casa de los dueños del hostel, un matrimonio ruso que no habla ni pizca de inglés, aunque la chica intenta ser agradable y cercana. Entonces está la recepción/cocina/comedor (una mesa con 3 taburetes) dos habitaciones para huéspedes y la suya propia y ya está. Y parece ser que hay unos amigos con los que están charlando, aunque esto dura poco la verdad. Segundo problema que realmente molesta: aunque al entrar nos hacen firmar un compromiso de no hacer ruido, apagar los móviles en la habitación etc. Una de las chicas con las que comparto habitación, increíblemente se pasa 4h, sin exagerar comiendo pipas, una cada 10 segundos, una pasada, no lo entiendo, no para y el ruidito cada vez que rompe la cáscara me está poniendo de los nervios. Con el silencio que hay molesta mucho, imposible dormir, además cada cama tiene un enchufe y una luz propia que si se enciende molesta a los demás porque las cortinitas de la cama no cubren toda la cama, solo tapan una parte y además no son muy gruesas con lo cual la luz ilumina bastante la habitación y la chica está viendo pelis o series en el portátil con los cascos y la luz encendida ¿qué necesidad hay? ¿no le basta la luz del portátil? Hay gente que no tiene ningún respeto hacia los demás. Pero es lo que tiene compartir habitación... Aunque este es el 5º hostel en el que me alojo en mi vida y es la primera vez que alguien molesta.
DÍA 5 (8/12/2016).
Cuando
me levanto por la mañana... ¡Uau está todo nevado! Esto es lo que
veo desde la ventana. Me entretengo un poco con las vistas y poco
más... Salgo a la calle y me voy al aeropuerto al que llego en menos
de 10 minutos. Poco más, este viaje tan especial llega a su fin. Lo
recomiendo, me ha encantado!
Debo decir que me ha sido muy útil tu artículo, tanto este como el de la preparación del viaje, estoy pensando hacer algo parecido en todos los aspectos: Marchar a Moscú en Enero yo solico durante 7 días y 6 noches.
ResponderEliminarEspero que sabiendo leer cirílico, algo de inglés y chapurreando algunas cosillas en ruso no tenga muchos problemas.
Ah y bonitas fotos, estoy deseando verlo todo nevado! :)