Alcazar de Segovia |
Alojamiento: Casa rural La Pedrera. Esta casa rural está situada en la pequeña población de Bernardos, a medio camino entre Segovia y Coca, las dos localidades que visitaremos este fin de semana. La casa nos sorprende por sus cálidas y agradables instalaciones, así como por el trato tan familiar de su dueño, Tito. Cuenta solamente con 5 habitaciones con lo que la tranquilidad y el trato personal está garantizado. Cuando llegamos a la casa su fachada antigua nos dio una impresión equivocada. Realmente la parte exterior de la casa no es para nada representativa de lo que guarda dentro: un lugar reformado con muy buen gusto y muy agradable. En la puerta nos encontramos una nota con el número de teléfono del dueño al que tuvimos que llamar para entrar. Como vivía prácticamente al lado vino en un momento, nos enseñó la habitación (en la planta baja) así como la planta superior compuesta por un salón con chimenea, billar y una barra de bar sin camarero en la que cada uno se podía servir lo que le apetecía y bastaba con apuntar sus consumiciones en una lista. Nos sorprendió tal confianza! Pero nos encantó esta práctica... A partir de aquí el dueño se fue otra vez y ya no lo volvimos a ver hasta la hora de la cena que teníamos reservada en la casa. Es un alojamiento totalmente recomendable, uno se siente como en casa!
Día 1 (18 febrero): Segovia y Bernardos.
Es sábado por la mañana y salimos hacia Segovia, en poco más de una hora nos plantamos allí y casi sin quererlo nos topamos de frente con el acueducto. Damos unas cuantas vueltas intentando aparcar el coche hasta que desistimos y lo metemos en un párquing privado. Al salir del párquing ya podemos contemplar esta obra de ingeniería construida a finales del siglo I que conducía las aguas del pantano de Revenga hasta el Alcázar, donde se encontraba la guarnición militar encargada de vigilancia de la ciudad, a 17 km de distancia!!! Aunque originalmente llegó a medir más de 15km actualmente se conservan 800 metros, que no son pocos... Pero como me pasa en muchos monumentos, me gusta verlo pero no me impresiona tanto como me esperaba...
Situados en la plaza de la Artillería, frente al acueducto, se nos plantea la duda de empezar el recorrido hacia la izquierda o hacia la derecha, ¿qué más da? Lo veremos todo así que nos vamos a la solitaria parte izquierda (c/ Fernán García) y empezamos a subir escalones que nos conducen al nacimiento (o el fin) de esta obra romana (c/ Cañuelos, pasando por c/ Almira). Una vez llegamos al final, damos la vuelta y regresamos por callejuelas para ver el espíritu de Segovia. La verdad es que habiendo callejeado por otras ciudades como Ávila y Toledo debo decir que éstas dos últimas nos parecieron algo más cuidadas, con las fachadas de las casas más reformadas y arregladas.
El restaurante está muy bien pero debo decir que no disfruté mucho la comida. Vine con la idea de no comer cochinillo, me da reparo el hecho de comer animales "bebés", me da cierta pena... Pero al llegar allí todos los menús giraban entorno al cochinillo o al lechal (estamos en las mismas...) y aunque podía haber comido otra cosa me pareció raro estar en Segovia y pedirme una merluza por ejemplo... Así que al final me poseyó algún tipo de espíritu romano y ante la sorpresa de Kilian pedí el cochinillo. Donde fueres haz lo que vieres... no? Pues no acerté, la verdad es que no me gustó nada. Yo no soy nada rara para comer, de hecho soy incapaz de citar algún plato que no me guste (a parte de la sandía y el melón, pero esto no es un plato principal, es un postre o una merienda totalmente sustituible). Bueno a lo mejor si me enfrentas a un plato de hígado o riñones o algún tipo de visceras, no lo se porque creo que nunca los he probado, aunque a lo mejor bien guisado... ¿quién sabe? Pocas veces, o yo creo que nunca, me he encontrado frente a un plato que desearías no haber pedido y que voy comiendo poco a poco sin ninguna gana. Tiene narices la cosa, he comido fenomenal en Egipto, en Túnez, en Chile, etc. Soy una enamorada de la comida y disfruto comiendo y así lo he hecho en todos los sitios que he visitado y ¿ahora no voy a disfrutar de una comida en España? Pues así fue. Dejando de lado el reparo que me daba, de entrada, el comer la carne de un animal tan tierno le encontré un sabor a cerdo muy fuerte y podría pensar que era cosa mía pero a Kilian le pasó lo mismo. Y si yo tengo pocos problemas con la comida Kilian igual o incluso menos. Así que no se si el sabor cambia en función del lugar donde lo cocinen, cosa que dudo porque la receta del cochinillo es bien sencilla: sazonar, un poco de agua y alguna especie, 3 horas en el horno y fuera! Pero a nosotros no nos encandiló... Bueno lo remediamos con un buen postre que nos dejara mejor sabor de boca!
Nos decidimos a subir las escaleras de la muralla que darán paso a una vista superior del acueducto, permitiendo notar perfectamente los 28 metros que le separan del suelo. Desde aquí podemos observar mejor los 166 arcos y 120 columnas que forman esta obra romana.
Vistas del acueducto y la plaza de la Artillería desde el otro lado de la muralla |
Caminamos por la muralla y sus caminos nos conducen hasta la Plaza Mayor donde podemos contemplar la catedral, en pleno centro histórico. Esta catedral gótica-renacentista fue construida durante el siglo XVI después de que el antiguo templo de estilo románico fuera destruido.
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Superior: Vista de la catedral desde las calles adyacentes. Inferior: Plaza Mayor |
Catedral |
En la plaza tomamos la c/escuderos, vemos la Iglesia San Esteban con el jardín de Fromkes, seguimos por el Paseo San Juan de la Cruz hasta llegar al Álcazar. Es muy fácil llegar, basta con seguir la gente que va caminando delante!! De hecho no miramos ningún mapa, nos dejamos llevar y por el camino encontramos pequeñas calles con tiendas de artesanía y recuerdos, así como buena cantidad de bares y restaurantes.
Tiendas de artesanía entre la calle Mayor y el Alcázar |
Llegamos al Alcázar y nos enamora por:
- La belleza arquitectónica de esta fortaleza del s XII que se encuentra a medio camino entre el románico y el gótico, la cual te traslada a un cuento de princesas y caballeros. No es de extrañar que en la Edad Media se convirtiera en una de las residencias preferidas de los Reyes de Castilla, gracias a su situación, belleza y seguridad.
- Las vistas desde este lugar. El álcazar se encuentra situado en lo alto de una colina para así poder controlabar la confluencia del río Eresma y Clamores, con lo que queda claro su origen militar. Por este motivo desde aquí se disfrutan las vistas de los alrededores así como de la ciudad enmurallada de Segovia.
Su historia cuenta que este castillo fue utilizado como prisión de Estado hasta 1762, cuando se fundó el Real Colegio de Artillería. En 1862 se declaró un incendio que trasladó el Colegio y la Academia de Artillería al Convento de San Francisco. Posteriormente en 1953 se creó el Patronato del Alcázar, responsable del actual museo.
La entrada al Alcázar cuesta 4,50 (1 euro más si se desea la visita con guía) y se puede realizar de 10-18h en inviero o hasta las 19h en verano.
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Vistas desde el alcázar |
Alcázar |
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Vistas de Segovia desde al Alcázar |
Retrocedemos y volvemos a la plaza Azoguejo para dirigirnos ya al párquing a recoger el coche. Para hacerlo recorremos la muralla y pequeñas calles adoquinadas hasta quedar de nuevo frente al gran acueducto. Una vez lo cruzamos nos damos la vuelta para contemplarlo por última vez y ver como los últimos rayos de sol de la tarde acarician esta obra que ha permanecido impertérrita durante más de 19 siglos. Y esperemos que pueda seguir muchos más...
Nos vamos hacia Bernardos, a unos 36 km de distancia. Esta pequeña población de 600 habitantes tiene la peculiaridad de albergar gran cantidad de canteras de pizarra de las que se ha extraído la materia prima para ornamentar algunos de los principales monumentos españoles. Y hoy allí encontraremos nuestro alojamiento.
Una vez hemos hecho el check-in, tal y como he explicado en el apartado de "Alojamiento", nos disponemos a disfrutar un poco de las instalaciones ya que éstas son realmente muy agradables. Mientras un grupo de 4 parejas se están siriviendo unas copas y jugando al billar Kilian y yo nos sentamos en los sofás frente a la chimenea y nos ponemos a jugar a las cartas primero y al dominó después. Nos sentimos como en casa! En cuanto las parejas se van a las habitaciones a ducharse para salir a cenar fuera atacamos el billar!! Hacía mucho tiempo que no jugábamos al billar y la verdad es que nos apeteció y nos lo pasamos muy bien.
Justo al terminar la partida llegó Tito, el dueño de la casa, con nuestra cena. Cuando llegamos por la tarde Tito nos propuso y nos dio a escoger entre unos cuantos platos para que a la hora de la cena todo estuviera a punto y no tuviéramos que esperar. La cena cuesta 15 euros por persona y realmente está muy bien. Yo escogí unas judías verdes salteadas con jamón, un filete con guarnición y piña natural en almívar casero. Kilian pidió una ensalada con tomatitos y bacon, pescado al horno y un helado de mandarina elaborado por ellos. Se percibía la calidad de los productos, todos caseros y muy naturales.
Allí si se formó un momento reamente mágico. Estábamos solos en toda la casa. Como he dicho la casa cuenta con 5 habitaciones: la nuestra en la planta baja y las 4 habitaciones en la primera planta que ocupan las 4 parejas que han salido a cenar. Tito además es muy discreto con lo que aparece en los momentos justos para retirar platos y aportar los siguientes, pero además es muy atento y no deja que en ningún momento te falte nada. Fue una de las cenas más íntimas y agradables que he tenido. Después de los cafés Tito se despidió hasta el día siguiente con lo que ahora sí tendríamos toda la casa para nosotros solos. Estuvimos un buen rato de sobremesa y a dormir!
A punto para la cena |
Día 2 (19 febrero): Coca
Nos levantamos y al correr las cortinas vemos que nos espera un soledo y suave día de invierno. Después de desayunar (qué mermelada casera de ciruelas... mmmmhhh..) nos despedimos de Tito y ponemos rumbo a Coca, pueblo que se encuentra a unos 15 minutos en coche. Se nota que no es un sitio muy frecuentado por turistas puesto que la carretera para llegar a Coca no está muy allá. Está asfaltada, por supuesto, pero es estrecha y con bastantes baches e imperfecciones.
Castillo de Coca |
Llegamos un poco antes de las 11h, hora de apertura del castillo, así que nos entretenemos recorriendo el perímetro y los alrededores de la fortaleza. Una vez abierta la taquilla pagamos 2,70 euros por persona y empezamos la visita por su interior.
La visita empieza por la torre del Homenaje, en la que se encuentra una austera capilla sin funcionalidad hoy en día. A continuación se accede a la torre por una estrecha escalera de caracol, hasta llegar a una sala en la que destaca la decoración de sus paredes y el techo. En ella encontramos elementos del legado histórico que los Fonseca dejaron a la Villa de Coca (en 1453 Alonso de Fonseca, arzobispo de Sevilla, recibió el permiso del rey de Castilla para la construcción del castillo). Seguimos subiendo hasta llegar a lo más alto del castillo. Rodeando el patio de armas llegamos hasta la torre de Pedro Mata y descendiendo por ella la sala conocida como la Sala de los Jarros, decorada con pinturas que representan asuntos florales y arcos entrelazados. Goza de una muy buena acústica. Finalmente no podemos abandonar el castillo sin pasar por la mazmorra, cuya única entrada es a través de un agujero ubicado en el piso de arriba desde donde se arrojaba a los presos.
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Capilla y objetos |
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Interior del castillo |
En todo momento nos damos cuenta de que nuestras medidas no encajan con las de la época. Tenemos que tener un cuidado para no darnos con la cabeza...
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Patio de Armas y vistas desde la parte superior de castillo |
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Sala de los jarros |
Tronera, una pequeña abertura en los muros usada para disparar con armas de fuego. |
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Exterior del castillo |
A la salida observamos la parte lateral del castillo, quizá la imagen más bonita de esta construcción militar. En primavera, con los jardines bien bonitos la imagen tiene incluso que mejorar seguro. El castillo nos ha sorprendido por sus dimensiones, su curioso diseño y construcción en ladrillo y por la buena conservación de su interior.
Vista lateral del castillo |
Llega el punto final de nuestro fin de semana. Volvemos a casa pero pasando cerca de Segovia, de nuevo, obtenemos una imagen de la ciudad y el Alcázar.
Vista lateral del castillo. Látima que no fuera primavera y los jardines no estuvieran verdes y florecidos... |
A parte de los mencionados existen más atractivos turísticos por la zona, que tendremos que visitar en otra ocasión...:
- Sepúlveda. Pueblo rodeado por las hoces del río Duratón de 25 km de rocas escarpadas y una de las mayores colonias de buitres y otras aves. También se encuentran en las hoces pinturas rupestres, puentes y ermitas románicas.
- Ayllón. Pueblo medieval de calles tranquilas, a 93 km de Segovia.
- Pedraza. Puebo medieval considerado el pueblo más bonito de Segovia. Destaca su Plaza Mayor, el castillo y sus calles.
- La Granja de san Ildefonso. Destaca el palacio Real por el edificio en sí, así como por sus jardines con esculturas y fuentes.
LO MEJOR: La agradable casa rural y el haber conocido el castillo de Coca descubierto año y medio antes en Austria!!
LO PEOR: El cochinillo.
Relatos de otros viajeros #postamigo:
- Fotoescapada - Visitando el Castillo de Coca en Segovia
Anna me ha encantado la entrada, precioso el Alcazar y el Castillo de Coca, que como comentas es un gran desconocido para muchos de nosotros y que sin duda tiene pinta de ser una maravilla. Lo anoto para mis proximas escapadas nacionales, el acueducto ya lo conozco, pero el castillo me parece alucinante!!!!! Enhorabuena de nuevo por la entrada, las fotos y por el blog.
ResponderEliminarPor cierto, te dejé un comentario en la entrada de Oporto, te he otorgado el premio Liebster a traves de mi blog, pasate para conocer de que va el asunto. Un beso
Me ha gustado mucho la entrada y me he reído mucho con lo del cochinillo, a mí me gusta pero tampoco es uno de mis platos preferidos, prefiero un buen solomillo, jejejeje. Tomo nota de la casa dónde estuvisteis ya que tiene muy buena pinta!!! Un abrazo. ;-)
ResponderEliminarBienvenida y gracias por pasarte Babyboom!!!
EliminarLo del cochinillo... Creo que cuando tenga ocasión voy a probarlo de nuevo para quitarme la espinita, no puede ser que me desagradara tanto! No es algo concebible en mi... jejeje!
Un abrazo!!!
hola,
Eliminarbuscando otro blog encontre el tuyo y me dispuse a leerlo.
me alegro q te gustara segovia,ya que soy de aqui.
Para la proxima visita acercate por el restaurante Jose Maria,casi en la plaza mayor.Pide alli el cochinillo asado,veras como no sabe a cerdo.Q conste q no tengo nada q ver con ellos ,pero a nmi gusto es donde mejor lo hacen de segovia.Tienen bodega propia,asi que pide una copa de vino suyo"pago de carraovejas" crianza,y veras q diferente la experiencia.
un saludo
Gracias por la recomendación, lo probaré cuando vuelva por Segovia y os cuento de nuevo la experiència! :)
EliminarGracias por la recomendación, lo probaré cuando vuelva por Segovia y os cuento de nuevo la experiència! :)
EliminarAnda, no sabia que havieu estat per Segovia!! quina ciutat més maca!! Per cert, en això del "cochinillo" tenim les dues el mateix sentiment però t'haig de dir que si tastes el que fa la meva tieta.... potser canvies d'opinó, jeje. Bé, s'ha de dir que només el vaig tastar una mica i sí que em va agradar però pensar que era carn de " bebés"....
ResponderEliminarQuedem-nos amb tots els monuments i espais atractius que té la ciutat.
Això que expliques de la casa on us vau allotjar fa molt bona pinta.
M'has fet venir ganes d'anar a fer-hi una visita!!
Doncs mira, quan vingui per la festa me'n portes una mica en un tupper i valoro... jejeje. La veritat és que vam estar molt a gust a la casa de Bernardos i tampoc no ens importaria tornar-hi així que ja saps...
EliminarGràcies pel comentari!
Una abraçada!!